Ahora estudian permitir el uso de celulares en clase

Locales 10/06/2012
Ahora estudian permitir el uso de celulares en clase
Ahora estudian permitir el uso de celulares en clase

Aunque en el ministerio de Educación bonaerense prefieren mantener un hermetismo casi de espionaje sobre el tema, sus autoridades analizan por estos días levantar la prohibición que rige sobre el uso de teléfonos celulares en las aulas de los colegios primarios y secundarios e incorporarlos, según la materia, como un recurso para favorecer el aprendizaje.

“No queremos hablar de algo que por ahora no tiene ninguna definición -confiaron esta semana fuentes de esa cartera educativa-, pero es cierto que se está estudiando el rol de los celulares dentro de clase”.

A seis años de que su uso fuera prohibido en el ámbito provincial, la idea ahora es modificar esa restricción para que, con nuevas normas aún no resueltas, los telefonitos puedan ser usados por los alumnos como una herramienta con fines pedagógicos.

“Me parece bien que se analice el tema, pero creo que antes de eliminar cualquier restricción debe haber una formación general y una toma de conciencia que incluya tanto a padres y alumnos como a los docentes”. Quien lo dice es Cecilia Traversa, master en Psicopedagogía y directoria del colegio Universitas de La Plata.

Según su visión, “el celular es una herramienta de contacto social, pero su uso en clase tiene que estar bien regulado porque, de lo contrario, puede convertirse en una herramienta de incomunicación. Es interesante que se incorpore en algunas materias, pero habría que estudiar bien en cuáles y, sobre todo, las razones para cada caso”.

Lo que plantea Traversa es materia de análisis en el ámbito educativo, donde se piensa sumar al celular para las clases de Matemática o Ciencias Naturales, materias donde los dispositivos serían una herramienta para sacar fotos o grabar videos a la hora de encarar un trabajo y, de ese modo, permitir que las tareas escolares no se centren ya en la carpeta o el cuaderno tradicional sino en una presentación que incluya contenidos multimedia.

“Siguen siendo pocos los docentes que tienen un conocimiento cabal de las nuevas tecnologías -sostiene Traversa-. En general, los alumnos tienen que enseñarles a sus maestros de qué se trata la cuestión. Y es algo bastante lógico: los chicos nacen en un mundo tecnológico, son nativos digitales, y eso hace que incorporen cualquier nuevo concepto de un modo natural y rápido, mientras que los profesores tienen que afrontar el desafío con varios años sobre sus espaldas sin haber agarrado tal vez una computadora en toda su vida. Pero cuidado: eso no significa que el maestro se oponga o mire con malos ojos la inclusión de nuevas tecnologías al aula. Al contrario. Lo único que se debe tener en cuenta es que todo cambio, como el que ahora se piensa con el celular, se debe hacer sobre la base de un sistema de aprendizaje con reglas claras”.

Lo que dice la especialista entra en sintonía con los datos de un trabajo realizado por el Instituto de Investigación y Planeamiento Educativo de la Unesco en nuestro país, el cual vino a revelar que el 87% de los docentes argentinos considera que la incorporación de las nuevas tecnologías en el aula ampliará las oportunidades de acceso al conocimiento por parte de los alumnos, mientras que el 78,5% piensa que facilitará su tarea al frente de una clase.

“Los chicos no buscan la pantalla de una computadora o de un celular para aislarse sino porque ahí están sus amigos -sostiene Traversa-. Este es un fenómeno asociado también a la restricción del espacio público. Y eso el docente también lo debe tener en cuenta. Todo cambio que se presente con las nuevas tecnologías debe ser aceptado, pero hay que entender que no puede ser de un día para el otro sino de modo gradual”.

Según datos estadísticos, en 2011 se vendieron 13,7 millones de teléfonos móviles en la Argentina, de los cuales el 24% corresponden a equipos “inteligentes” que permiten nuevas funcionalidades. Además, los registros indican que existen más celulares que personas en nuestro país.

Quienes en este debate se siguen oponiendo a su utilización dentro del aula, aseguran que los telefonitos distraen la atención, molestan a los demás y le restan eficacia al dictado de las clases. De hecho, fue ese el argumento que plantearon las autoridades educativas cuando decidieron, hace ya seis años, restringir el aparato en clase.

Fuente: Diario El Día