Carta del lector – Dos Señoras jubiladas deciden viajar a Villa Ventana...

Carta de lectores 28/05/2021
Carta del lector – Dos Señoras jubiladas deciden viajar a Villa Ventana...
Carta del lector – Dos Señoras jubiladas deciden viajar a Villa Ventana...
Dos Señoras jubiladas de 71 años deciden viajar a Villa Ventana en tren (en plena pandemia y con el turismo boqueando). Agarrate Catalina para saber cómo sigue: Llegamos a Tornquist con el (maravilloso) tren y ya estaba SILVER en la estación. El conductor se para al lado del baúl del micro y con las manos en la cintura, algo desafiante, dice: _ Yo no toco nada. Eso quería decir que no ayudaba a colocar ningún equipaje dentro del micro-En tres segundos un pasajero acomodó nuestras mochilas en el baúl- Subimos, no éramos más de 8 viajeros. Y se da el siguiente diálogo: _ Vamos a la Hostería La Península- _ Ahhhh yo les paro en la parada, no tengo permitido parar en otro lado - _ ¿A cuantas cuadras nos deja? _ A dos- _ Ahhh bien- Lloviznaba… la calle bien mojada… nos deja en la parada de Villa Ventana… caminamos a las 8:30hs. de la mañana esas dos largas cuadras con nuestras mochilas con rueditas y nos damos cuenta que él pasó por la puerta de la Hostería- ¡Y bueno será así acá! Al día siguiente la lluvia era más y más copiosa. Decidimos de cualquier modo ir a Sierra de la Ventana… Yo, que ya había tenido un contacto por Whatsapp desde Buenos Aires, me comunico y pido por favor nos pare en la Hostería La Península porque el agua ya no nos dejaba ni llegar a la parada… Dice que estaba en la ruta y que vería si podría avisarle al chofer. Luego nos damos cuenta que la empresa tenía constante comunicación con la unidad. Llega el micro a las 12:15hs. el chofer grita desde la ventanilla a mi compañera que estaba a unos 15 mts de mí que a la vuelta pararía… Yo debajo del alero de la Oficina de Turismo me acerco y me grita: _ Le dije que acá no puedo parar, que me harán la boleta… Yo le grito que ya avisé a la empresa y cierra con violencia el vidrio de la ventanilla (como si ejecutara una bofetada)… Fue hasta la parada oficial, y a la vuelta nos permitió subir con una actitud sumamente agresiva-Al regreso nos paró en la Hostería La Península porque ya notó que era un desborde lo que nos estaba haciendo-  Así, bajo la lluvia, llegamos a Sierra de la Ventana cerca de las 13hs.- Luego de un par de horas de caminar tomamos el remise a Saldungaray- Allí, aún con entusiasmo, llegamos a la Estación de tren… Conversamos con Emiliano Canosa (encargado de la estación Saldungaray) que nos llevó hasta el cementerio (yo quería ver el portal), el fortín, el río… Él con su familia ofreció una hospitalidad desinteresada, cordial y sumamente cálida sin ser esa una sola cuestión que lo atañara- Nos dejó en la parada del SILVER para subir a las 16:30 hs. Al día siguiente volvíamos a Tornquist con la SILVER de las 17:15hs (único transporte público) ya que el tren salía hacia Buenos Aires a las 22:45hs. El sábado 22 y, ya decretada la Cuarentena Face 1, a las 13hs. envío mensaje por whattsapp a SILVER pidiendo por favor avise al chofer nos pare en la Hostería porque llovía mucho, la calle es de tierra y se hacía intransitable. Me responde que debido a las restricciones sólo circulaba para esenciales pero dado que nosotras tomábamos el tren no nos dejaría varadas (nosotras teníamos el permiso de Cuidar Verano de Tornquist Nº de gestión: 521715676 desde 20-05 a 22-05) y que estuviéramos atentas para hacerle seña y que no iría ni la combi ni el micro sino un Fiat Siena blanco o un Scort marrón ó ambos-Yo insisto si me pararía en la Hostería o en la parada y silencio total… no más diálogo- Siendo ya las 15:30 mi compañera (las dos estábamos con una fea incertidumbre pues dependíamos exclusivamente de esta gente ya que no hay remise en Villa Ventana); llama a SILVER y le responde una señorita; pregunta si teníamos reserva… le dice mi compañera que ya habíamos hablado a las 13hs. ... responde de manera tosca y displicente no saber nada y que trataría de avisar al chofer  - Ya todo nos parecía de terror- En menos de un minuto llega el Siena blanco, nos para y el chofer, que ya llevaba a una pareja atrás, nos acomoda las mochilas, con la mejor onda nos sube y comenta que hacía un minuto, recién, le avisaban que estábamos esperando en la puerta de la Hostería La Península- (En un auto Fiat Siena 5 personas en plena pandemia, 20 kms. cuando debió haber dispuesto del micro o la combi) El conductor (sábado 22 a las 17:30) nos comenta que a 200 mts. de la estación de tren hay un bar y que el encargado de la estación es macanudo que le podríamos pedir nos tenga la mochilas y así podríamos movernos a tomar un café y esperar las 5 horas que quedaban hasta que saliera el tren. Bajamos del auto SILVER en la estación de tren, sobre el barro caminamos hasta el andén unos 80mts. (ni un camino asfaltado o al menos de piedritas, nada)… en la estación nada de nada… Cruzo el andén, llamo a la puerta de la casa del encargado de la estación, sale una señora joven, le pregunto si nos puede tener las dos mochilas para ir al bar y me responde tajantemente que su marido abre la estación a las 20 hs. Un frío terrible, lluvia… decidimos ir con las mochilas a la rastra hasta el bar Automoto (Avda. Tornquist y Rawson)… El dueño del bar con una amabilidad aliviadora nos dijo que él debía cerrar a las 18 hs. pero debido a la situación nos dejaría adentro del bar hasta que abra la estación; éramos nosotras dos, una parejita que había llegado en el auto SILVER con nosotras y dos mochileros… Los únicos que estábamos en el bar éramos nosotros 6 más un parroquiano de unos 75 años que hablaba a nuestro lado sin barbijo como si nada… yo le observo y me dice que allí, en el pueblo, no usan barbijo. Tomá mate y esperá porque hay más. Le digo al dueño del bar que no era justo se quedara por nosotras y muy amable me dice que no importa, que me quede tranquila… tipo 19hs. pido un tostado (un poco para consumir algo y no transformarnos en un incordio) Sin que yo lo advierta el muchacho sale del bar y entra diciendo que la policía lo obliga a cerrar, que hablemos nosotras para convencerlo que era porque la estación estaba cerrada y que hacía mucho frío y lluvia. Mi compañera se dispone a ir a hablar y ahí no más vemos al policía cruzado de brazos, sacando pecho y con una actitud de enemigos le dice al dueño del bar:_ El que va a tener problemas sos vos, inmediatamente mi compañera y yo leímos el mensaje y optamos por ni abrir la boca y salir del bar: el destino que nos esperaba era perder el tren y pasar la noche en la comisaría… era lo que continuaba en concordancia con todo lo sucedido hasta ese instante. Llegamos a la estación, ya era 20:30hs… un frío espantoso… lluvia… mojadas y siendo que la estación debiera abrir a las 20hs., todavía estaba cerrada. Yo ya no tenía fuerzas ni para oponer la mínima resistencia,  mi compañera cruzó el andén, llamó insistentemente no menos de 3 minutos y así conseguimos que el encargado de la estación abra la sala de espera. Es de imaginar que el único deseo era subir al tren y salir cuanto antes de ese infierno. Odio al turista es lo que nos transmitían a cada rato. El jueves 20 al llegar a las 9hs., con lluvia y frío, me acerqué a la Oficina de Turismo (Villa Ventana) y la empleada tuvo un trato seco… cortante. No así la chica que atiende a la tarde. El jueves 20 nublado pudimos recorrer la Villa caminando… nos seguían perros hermosos y pacíficos… en sintonía con el paisaje… pero uno era un Rottweiler sin bozal con collar (no es un raza para dejar alegremente suelto sin bozal por el pueblo)… un muchacho muy amable (encargado de Complejo SPIQPyA) dijo conocer a la dueña y lo retuvo. Toda la experiencia, desde los sentidos, hasta pequeños hechos puntuales, nos aclaró que no hay en la Provincia de Buenos Aires lugar más hostil al turismo que el del MUNICIPIO DE TORNQUIST, (salvo la Hostería y algunas personas), al menos al turismo que llegue en transporte público. Por ahí debieran aclarar que solamente admiten turistas en auto y listos para disfrutar de un hermoso paisaje pero jamás esperar buen trato y menos cordialidad. La hostería La Península una hermosura y un trato más que agradable.  Un lugar para jamás volver…   Haydée María Fontán - DNI: 6.286.007 Luz María Araya - DNI: 5.969.021