“Dos tetas tiran más que una carreta” escribe el Lic. Fabián Irineo Peláez

Panelistas 09/02/2017
“Dos tetas tiran más que una carreta” escribe el Lic. Fabián Irineo Peláez
“Dos tetas tiran más que una carreta” escribe el Lic. Fabián Irineo Peláez
"Hablar del tetazo masivo en el obelisco sería tomarle el pelo la gente. Primero porque sería muy difícil definir “masivo”. No podríamos medir la “cantidad” de las pocas mujeres que con pecho al aire que estuvieron presente en el centro de Buenos Aires, aunque la presencia de hombres mirones sacando fotos fue superior. A estos les cabe bien el refrán “Dos tetas tiran más que una carreta”. No pondré en tela de juicio si el tetazo estuvo bien o mal; tampoco diré si los hombres fueron a apoyar la causa, a mirar tetas o a recordar la lactancia de su mamá. Cada quién es libre opinar. Lo que llama la atención es cómo detrás de una causa, buena o mala para cierta parte de una población, se esconde un circo donde algunos asistentes terminan tiñendo el fin de la causa. En este caso se notó la participación de dirigentes de asociaciones, partidos políticos y otros líderes egocéntricos a los codazos para ganar el espacio y visibilizar su imagen a través de los medios de comunicación. Muchos aprovechan este tipo de actos para volverse un opinólogo o una cara conocida que obtendrá futuros votos. ¿Hubiesen participado si no estaba la televisión? En este acto hubo, como casi siempre, dos películas: una para el espectador de medios sediento de información, y otra detrás de cámaras, donde se cocina el show. Estar atento, como consumidor de información/noticias es un paso importante para que “no nos vendan verduras podridas”. Si bien somos libres, en los últimos años pareciera que se rompieron las barreras que limitan lo público y lo privado. Adam Smith dijo que “estamos condenados a ser libres, porque aunque elijamos no serlo, estamos eligiendo”, aunque a veces no tomamos conciencia del poder que tenemos a la hora de elegir. Cuando actuamos porque si, perdemos la responsabilidad, que es la capacidad de dar respuesta a nuestros actos. Por más que nos cueste aceptarlo, nada es estático. Permanentemente vivimos en un mundo dinámico donde todo cambia, desde nuestras células hasta las ideas o las modas. Adaptarse respetando las libertades es el gran desafío a nuestra responsabilidad. Lic. Fabián Irineo Peláez