Crecen los desalojos a vendedores y músicos callejeros en la Ciudad por “obstrucción de la vía pública”: robo de mercadería y amenazas de denuncias
La Policía porteña intervino a dos hombres que comercializaban paltas y se las incautaron; un episodio similar ocurrió con una banda musical
Durante la tarde del viernes 6 de septiembre se vivió un nuevo episodio en el que efectivos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires intervinieron a dos vendedores callejeros que estaban comercializando paltas en la vía pública. A los hombres les tocó vivir una dura secuencia debido a que los agentes les confiscaron la mercadería a la fuerza e incluso uno de ellos terminó siendo sujetado en el suelo.
“No seas así. No estoy haciendo nada, quiero laburar”, comenzó a recriminarle uno de los comerciantes mientras le quitaban la bolsa de paltas, a lo que una mujer se sumó: “Vayan a buscar a los chorros”.
A partir de ese momento, se desató la furia en plena calle porteña. Los policías le arrebataron la mercadería a uno de los hombres, quien al principio los enfrentó y sujetó la bolsa. Mientras otros ciudadanos observaban la situación, uno de los efectivos lo empujó al vendedor al suelo para que otro finalmente se quede con las paltas.
De esta manera, la calle quedó obstruida durante unos minutos en plena tarde de un viernes. El tránsito se vio afectado, por lo que los autos presentes en la escena comenzaron a tocar bocina como reclamo por no poder avanzar.
Por su parte, fuentes de la Policía de la Ciudad explicaron a LA NACION que personal de la Comisaría Vecinal 15 B “observó a dos hombres vendiendo paltas en la vía pública y procedió a identificarlos” y que, por ende, se ordenó “labrar el acta contravencional por uso indebido del espacio público y secuestrar los elementos”.
“Mientras los oficiales cumplían con la petición judicial, uno de los sujetos tomó las bolsas de arpillera que contenían las paltas e intentó darse a la fuga, pero fue interceptado. Tras dar aviso al magistrado interventor, el mismo dispuso labrar actuaciones por desobediencia y notificar al imputado. Al momento en que se estaba llevando a cabo el procedimiento, los transeúntes se ofuscaron y agredieron verbalmente a los efectivos”, explayaron.
Una situación similar con artistas callejeros
Semanas atrás ocurrió un suceso parecido al episodio de las paltas en la avenida porteña de Corrientes, en la puerta del shopping Abasto. Una banda callejera llamada “La Recova Band” estaba tocando en la vereda, cuando dos policías femeninas les pidieron que abandonen el lugar porque se encontraban “obstaculizando el paso” de los ciudadanos.
En diálogo con LA NACION, los artistas aseguraron que el pedido de desalojo continuó durante unos minutos hasta que arribaron más efectivos. “Pedimos los números de placa y nombres de las oficiales, pero solamente pudimos conseguir los de una de ellas. La otra estaba hablando por celular y, según su compañera, ‘no la podía molestar´”, sostuvieron.
Luego arribaron al lugar más efectivos, los cuales acusaron a los músicos de “tratar mal” a sus compañeras. “Nos informaron que hubo una denuncia del shopping. Anteriormente ya había dado aviso a sus compañeras para llamar a la fiscalía y, de ese modo, poder tener luz verde para al menos llevarnos los instrumentos y los equipos”, continuaron.
“En ese momento ya la situación se había puesto muy densa, Nos queríamos ir, pero ellos no nos dejaban porque tenían que esperar respuesta de la fiscalía. Es decir, en ningún momento nos dieron la oportunidad de elegir irnos porque hubo una denuncia de por medio. Evidentemente acomodaron la situación para demorarnos y amenazarnos por el enojo de alguien que les pidió sus datos y filmó”, relataron.
Minutos más tarde, apareció en patrullero otra policía con contravenciones que los artistas debían firmar y los indujo a retirarse. “Solamente dijimos que sí para que esta situación termine de una vez”, manifestaron.
Ante este episodio, La Recova Band, una banda que se dedica a presentar shows en la vía pública y que levanta la bandera de “el arte callejero no es delito”, detalló: “Estábamos con nuestros equipos e instrumentos apoyados sobre la vereda publica, con lo cual, no vimos necesidad de movernos, Tampoco había una denuncia de por medio por ruidos molestos que nos hayan informado en esta instancia, De haber sido así no hubiésemos ido”.
Por último, aclaró: “El articulo 83 del código contravencional de la ciudad de Buenos Aires dice claramente que no constituye contravención la actividad de artistas callejeros en la medida que no exijamos contraprestación pecuniaria, es decir, vallar la zona y cobrar una entrada estricta, cosa que no hicimos. Nuestra actividad es a la gorra”.