Maduro impone un virtual estado de sitio y suspende vuelos desde Colombia por un supuesto sabotaje a días de las elecciones
El chavismo detuvo a 17 extranjeros y 21 venezolanos y apuntó contra Machado
BOGOTÁ.- El chavismo se prepara para dar pelea a una semana de las elecciones parlamentarias y regionales del domingo. Nicolás Maduro convocó en el Palacio de Miraflores al alto mando militar y a los organismos policiales minutos después de que su ministro de Interior, Diosdado Cabello, anunciara al país el desmantelamiento de un sabotaje en contra de los comicios con una cadena de atentados.
La primera medida adelantada por el gobierno es la suspensión sine die de todos los vuelos desde Colombia, cuyo presidente es Gustavo Petro, aliado de Maduro. Según el propio Cabello, detrás de la supuesta conspiración estaría María Corina Machado, líder opositora, que ha apostado por la abstención de cara a las elecciones del domingo.
“Nos llegó una información de ataque con explosivos dirigidos especialmente a embajadas acreditadas en Venezuela, para que todo el mundo se entere y hable de la debilidad del gobierno. También comandos policiales, hospitales, centros asistenciales, increíble esto. Tenemos documentos, conversaciones, pruebas que hablan de esto. Transporte, estaciones de servicio, centrales eléctricas y personalidades, especialmente los que hoy están al frente de los candidatos de la oposición”, divagó con poca convicción Cabello.
“La respuesta del Estado ni se la imaginan”, amenazó el ministro de Interior, quien añadió que la operación gubernamental continúa con el allanamiento de varios lugares en Caracas y en el interior del país. “Detrás de esto está la señora María Machado”, disparó Cabello, que además involucró al antiguo comisario policial Iván Simonovis.
El gobierno de Maduro asegura haber capturado a 38 personas, 17 mercenarios extranjeros (entre los que destacó colombianos, ucranianos y mexicanos) y 21 venezolanos, que regresaban al país con artefactos explosivos, “que llaman detonantes eléctricos”, explicó Cabello de forma enredada.
La reunión posterior de Maduro con sus jefes militares y policiales sería el segundo capítulo de la alerta revolucionaria, lanzada cuando la campaña electoral pasaba sin pena ni gloria entre los venezolanos, más allá de la fractura que se le supone para la oposición. Entre los presentes figura el coronel Alexander Granko Arteaga, coronel de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) acusado por organismos de derechos humanos de ser uno de los torturadores favoritos del régimen.
Maduro denunció la “censura y el silencio” contra sus elecciones. “Tergiversación, mentira, manipulación, de los grandes medios de comunicación, que no se sepa que el pueblo de Venezuela va a la elección número 32, como manda la Constitución”, arengó Maduro.
El presidente de facto insistió en que la oposición también busca desestabilizar el país con ataques al sistema eléctrico nacional en vísperas electorales.