La llamada agendada para este viernes que puede cambiar el rumbo de la relación entre Trump y Musk
El presidente de Estados Unidos y el magnate, exfuncionario de su gobierno, tuvieron una disputa pública en las últimas horas con acusaciones de alto impacto
WASHINGTON.- Los asesores de la Casa Blanca programaron una llamada entre Donald Trump y Elon Musk para este viernes, según el medio digital Politico, después de una enorme disputa pública en la que hubo amenazas a contratos gubernamentales y que terminó con la insinuación por parte del hombre más rico del mundo de que el presidente de Estados Unidos debería someterse a un juicio político.
La llamada podría aliviar las disputas tras un día extraordinario de hostilidades, en gran parte a través de las redes sociales, que marcó el final de una estrecha alianza.
“Está todo bien”, afirmó Trump a Politico sobre su enfrentamiento con su exaliado. Según ese medio, que afirma haberse comunicado por teléfono con el mandatario estadounidense, los dos hombres tienen previsto contactarse este viernes para intentar calmar los ánimos.
De acuerdo con el medio digital -que no identifica a sus fuentes-, asesores de la Casa Blanca intentaron convencer a Trump de que moderara sus comentarios para evitar una escalada, y programaron la llamada para intentar hacer las paces.
En medio del conflicto, las acciones de Tesla, propiedad de Musk, cerraron con una caída de más de 14% el jueves, tras ceder cerca de US$150.000 millones en valor de mercado, la mayor pérdida en un solo día de su historia. En cambio, en las operaciones europeas previas a la apertura del mercado del viernes, las acciones recortaron parte de esas pérdidas y subieron 5% después de que Politico informara de que los dos tenían previsto hablar.
Musk había financiado gran parte de la campaña presidencial de Trump y luego fue uno de los asesores más visibles del presidente, al frente de un amplio y controvertido esfuerzo para reducir la fuerza de trabajo federal y recortar el gasto.
Los puñetazos verbales estallaron después de la salida de la Casa Blanca del magnate, luego de que Trump criticara a Musk en el Despacho Oval y de que ambos intercambiaran insultos en sus redes sociales: Truth Social, de Trump, y X, de Musk.
El desencuentro había empezado a gestarse unos días antes, cuando Musk, que dejó su cargo de director del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) hace una semana, denunció la amplia ley de recorte de impuestos y gastos de Trump.
En un principio, el presidente se mantuvo en silencio mientras Musk hacía campaña para torpedear el proyecto de ley, diciendo que incrementaría demasiado la deuda nacional, de US$36,2 billones. Pero rompió su silencio el jueves cuando dijo a los periodistas que estaba “muy decepcionado” con Musk.
“Miren, Elon y yo teníamos una gran relación. No sé si la seguiremos teniendo”, expresó Trump. En eso, Musk respondió en la red social X. “Sin mí, Trump habría perdido las elecciones”, escribió el magnate, que gastó casi US$300 millones en respaldar al actual mandatario y a otros republicanos en las elecciones del año pasado.
En tanto, en otra publicación, Musk afirmó que los aranceles a las importaciones firmados por Trump empujarían a Estados Unidos a una recesión a lo largo de este año. “La forma más fácil de ahorrar dinero en nuestro presupuesto, miles y miles de millones de dólares, es terminar con los subsidios y contratos gubernamentales de Elon”, retrucó Trump.
Minutos después de la campana de cierre, Musk respondió “sí” a una publicación en X que decía que Trump debería ser sometido a un juicio político, algo que sería muy improbable dado que los republicanos que le responden tienen mayoría en ambas cámaras del Congreso. Tampoco dudó en dar golpes bajos, afirmando -sin pruebas- que el nombre del presidente figura en el expediente de Jeffrey Epstein, un financiero estadounidense acusado de delitos sexuales y que se suicidó en prisión en 2019. En respuesta, la Casa Blanca describió los ataques de “lamentables”.
Los negocios de Musk también incluyen la empresa de cohetes y contratista gubernamental SpaceX y su unidad de satélites Starlink. Musk -cuyo negocio espacial desempeña un papel fundamental en el programa espacial del gobierno de Estados Unidos- dijo que, como resultado de las amenazas del presidente, comenzaría a desmantelar la nave espacial Dragon de SpaceX, la única estadounidense capaz de enviar astronautas a la Estación Espacial Internacional.
A última hora del jueves, Musk se retractó de la amenaza. En otra señal de una posible distensión, escribió posteriormente “no te equivocás”, en respuesta al inversor multimillonario Bill Ackman, quien opinó que deberían hacer las paces.
Agencias Reuters y AFP