“La mafia no va a poder”: desde temprano, militantes ocupan la esquina del departamento de Cristina con carteles y cánticos

En la previa a la manifestación a Plaza de Mayo, agrupaciones, sindicatos y también ciudadanos independientes acompañan a la expresidenta

Política 18/06/2025
“La mafia no va a poder”: desde temprano, militantes ocupan la esquina del departamento de Cristina con carteles y cánticos
“La mafia no va a poder”: desde temprano, militantes ocupan la esquina del departamento de Cristina con carteles y cánticos

“¡Vamos a volver, vamos a volver!”, cantan en la esquina de San José y Humberto Primo. Son las 9.15 de la mañana y el cántico se repite con fuerza, sostenido por bombos que retumban en el asfalto. El frío se siente hasta los huesos. De la boca de cada persona sale vapor. Algunos se cubren con bufandas hasta los ojos. Otros toman mate, café caliente en vasos descartables, o simplemente están quietos, con las manos en los bolsillos, mirando hacia arriba.

Desde antes de las 8 ya había gente en esta esquina del barrio de Constitución; ahora son centenares. Algunos habían pasado la noche sobre mantas y cartones. Otros llegaban con banderas arrolladas, termos, pancartas hechas a mano. Frente a ellos se impone el edificio blanco donde, desde ayer, Cristina Fernández de Kirchner cursa la prisión domiciliaria. De uno de los balcones cuelga un cartel azul: “Cristina libre. Corrientes”. En la reja de entrada hay otro hecho a mano, sobre tela blanca, que dice: “Fuerza jefa”.

Vigilia en la casa de Cristina Kirchner tras confirmarse la prisión domiciliaria

A esa hora, mientras LA NACION recorría los carteles para registrarlos con detalle, dos varones se acercaron a este equipo periodístico. No llevaban credenciales ni pecheras. Dijeron que “había que ir a la calle”. Consultados por qué, si había decenas de personas sobre la vereda, uno de ellos murmuró: “Abajo”. No se identificaron. Tampoco dieron explicaciones. El resto de los presentes continuó circulando sin incidentes.

La esquina está ocupada por agrupaciones políticas y personas que llegaron por su cuenta. Hay banderas de Corrientes, La Matanza, Ensenada, Tierra del Fuego y San Vicente. Se ven pecheras de ATE Capital, del gremio AMS (Lotería y Casinos), paraguas sindicales, camperas oscuras sin identificación partidaria. Algunos vienen en grupos. Otros están solos, en pareja o con hijos.

Desde antes de las 8 ya había gente en esta esquina del barrio de Constitución

Sobre la calle se suceden los mensajes. Algunos pegados con cinta marrón, otros colgados de los balcones. “La mafia no va a poder”, se lee en uno. “Con Cristina no se jode”, en otro. Una bandera muestra su rostro intervenido como una Virgen, con fondo dorado y un halo de estrellas. Desde las ventanas de los edificios vecinos se filma en silencio. Cada tanto alguien grita “¡Ahí está!” y todos giran hacia el balcón. No hay movimiento, pero la expectativa no baja.

Una mujer reparte pan casero en servilletas. Otra sirve café desde un termo de acero. Un niño dibuja con tiza las letras “CFK” sobre la vereda. Un hombre canta solo, sentado en el piso. La mayoría permanece parada. Algunos con banquitos, reposeras. Otros simplemente de pie, sin moverse.

Se sirve pan casero y café, se cocinan chorizos y hamburguesas

La Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), situada a una cuadra sobre Santiago del Estero al 1000, fue parte del recorrido temprano. Su fachada está empapelada con carteles que dicen: “Democracia. Estudiantes con Cristina”, “Este miércoles, Argentina con Cristina” y “El pueblo la quiere votar, la mafia la quiere callar”. En una pared lateral, una imagen de Diego Maradona con el puño en alto está rodeada de frases como “Cristinista hasta los huevos”, “Yegua, nunca mascota”, “Con la yegua”. Algunas pancartas están firmadas por agrupaciones de Mar del Plata.

Pero el foco está en la esquina. No hay escenario. No hay dirigentes ni oradores. Tampoco hay sonido oficial. Solo bombos, redoblantes, gritos y cantos espontáneos. “Vamos la presidenta, vamos Cristina, la c... de su madre”, grita un grupo. Otros responden con aplausos. Nadie organiza. Nadie da instrucciones. Pero todo ocurre.

Banderas y remeras en apoyo de la expresidenta

Hay presencia de Tierra del Fuego, banderas firmadas por distintas provincias, pecheras sindicales y carteles sin firma. Omar llegó desde San Vicente con su hija. “Gracias al Procrear hicimos la casa. Eso no se olvida”, explica. Mabel, jubilada, sostiene un cartel: “Esto no es justicia, es dictadura. Amo a Cristina, gracias a ella me pude jubilar, algo que este Gobierno no hace. Ellos odian a Cristina, a los jubilados, al pueblo”. Nicolás, de 21 años, durmió en la vereda; vino desde La Matanza. “Estoy acá porque lo que le hacen a ella nos lo hacen a todos”, expresa.

Mientras se espera la movilización oficial, convocada para las 14 en Plaza de Mayo por el Partido Justicialista y respaldada por organizaciones gremiales y políticas, la vigilia en Constitución se sostiene por sí sola. No hubo citación. Nadie la llamó. Pero desde temprano, la esquina se convirtió en un punto de encuentro.

Centenares de militantes al pie del edificio de Cristina Kirchner

El humo de las parrillas cruza por entre las banderas. Los cantos no se detienen. Las cámaras apuntan al balcón. Las conversaciones bajan el tono cuando alguien se asoma por una ventana. A las 9.15, la marcha aún no empezó. Pero para quienes están acá, el día ya está en marcha.