Seguidor del equipo argentino de fútbol San Lorenzo de Almagro, el actor celebró a los gritos un gol clave en la lucha por evitar el descenso. Para la seguridad de Dulles, en Washington, fue demasiado.
Hijo de padre danés y madre estadounidense, el artista vivió desde los tres hasta los once años en las ciudades argentinas de Buenos Aires y Córdoba. Desde entonces, su fanatismo por San Lorenzo fue en ascenso constante. A cada gala hollywoodense o vinculada con su profesión, el intérprete de Aragorn asiste con algún detalle que combine el rojo y el azul característicos del conjunto de fútbol.
El club de sus amores se encuentra en una complicada situación. El descenso acecha a» los cuervos» y cada partido es una final que puede definir si continúan en Primera División o vuelven a jugar en el Nacional B, después de tres décadas. El domingo, San Lorenzo perdía por dos tantos a 40 minutos para el final del cotejo ante Newell´s Old Boys de Rosario. Pero en el último tramo de juego, los santos se hicieron cargo de la localía y, empujados por su hinchada, dieron vuelta el resultado.
La remontada épica se concretó a 120 segundos para el cierre del duelo. En ese momento, Viggo Mortensen se encontraba en el aeropuerto de Dulles (Washington) a la espera de un vuelo. Su alocado y desenfrenado grito convocó a las autoridades, que procedieron a interrogarlo. «¿Cuál es el problema con usted, señor?», preguntaron los oficiales. Desde entonces, el también escritor intentó explicar lo que sucedía, que sus gritos se debían a la hazaña encabezada por el talismán del equipo, «Pipi» Romagnoli. Pero la pasión no se enseña.
La tranquilidad lo invadió cuando los guardias terminaron con su cuestionario y otra autoridad, el árbitro del cruce entre San Lorenzo y Newell’s, Néstor Pitana, finalizó el suplicio futbolero. Los cuervos ganaron 3-2.
Fuente Infobae
