El argentino Marcos Maidana cumplió un digno papel ante el invicto Floyd Mayweather, pero no pudo ante la mayor jerarquía del estadounidense, que lo superó por puntos, en fallo mayoritario.
“El Chino” Maidana puso en aprietos a la figura emblemática del boxeo actual, subiendo al ring a luchar sin respeto ni tregua. Con mucho valor, decidido a cambiar su historia en una noche, con una sola mano.
El anfitrión respetó justamente ese golpe de gracia que Maidana nunca llegó a conectar, y por eso se vio deslucido en gran parte de la pelea. El argentino tuvo garra, empuje y fortaleza y, aunque le faltó ciencia, fue el claro dominador hasta casi la mitad de la pelea.
En la segunda mitad se vio lo mejor de Mayweather, que pasó a dominar el combate con soltura y a conectar seguido al argentino, que de cualquier manera seguía buscando la mano del nocaut salvador.
Y esa mano del «milagro» no llegó, con un Maidana ya sin mucho combustible, y la decisión se inclinó por el mejor libra por libra del momento, a pesar de la tarjeta de empate y las quejas de Maidana al final, sosteniendo que había «ganado la pelea».
El argentino, poco antes de que suene la campana preparó el último derechazo con la misma fe con la que afrontó toda la pelea, aunque Floyd lo vio venir con brillante inteligencia.
Las virtudes del argentino fueron reconocidas por cada uno de los presentes, incluso por el orgulloso ganador, quien, sorprendido por la reprobación de sus seguidores, aseguró la revancha públicamente.
Gaspar Ollè