Según se informó desde la Asociación para el Desarrollo Turístico de Sierra de la Ventana, la ocupación rondó el 80% y estuvo a la altura de las expectativas.
Este fin de semana largo la Comarca Serrana pudo comprobar, una vez más, que el calendario anual, con la fijación de varios feriados puente, llevó a muchos visitantes a privilegiar las escapadas de tres o cuatro días por sobre las largas estadías.
Esta vez, al éxito de convocatoria –la ocupación rondó el 80 por ciento– se sumó al buen clima, que acompañó durante todas las jornadas.
Más allá de que los días fueron ventosos, el sol motivó a cientos de visitantes a sumarse a las propuestas que caracterizan al destino como treking, cabalgatas, ascensos y paseos guiados organizados por la comuna de Tornquist, como la visita al ex Hotel Provincial de Villa Ventana.
Leandro Pascale, de la Asociación para el Desarrollo Turístico de Sierra de la Ventana, comentó que el clima fue un aliado, ya que estuvo ideal para actividades como avistaje de fauna y travesías familiares o con amigos, y para aprovechar la estadía en campings.
«Respecto a otros feriados del año este fin de semana estuvo muy bien, con una ocupación cercana al 80% por ciento. Incluso, algunos prestadores superaron las expectativas porque estuvieron completos», indicó.
En este sentido, se mostró satisfecho respecto de la afluencia que, incluso, alargó lo más posible su estadía en la comarca para disfrutar al máximo de las alternativas.
«Siempre estamos abocados a la actividad turística a la promoción y difusión y atentos a las necesidades de los turistas y de nuestros prestadores», comentó.
Antes del inicio del fin de semana largo, el nivel de reservas del 75% perfilaba un mejor promedio en materia de ocupación que en vacaciones de invierno.
La oferta gastronómica y la venta de productos regionales, como quesos y vinos, cautivó a la concurrencia que disfrutó además del paseo por el circuito de artesanos y las casas de té.
El Parque Provincial Ernesto Tornquist, por su parte, recibió a cientos de familias dispuestas a ejercitarse y entrar en contacto con la naturaleza, un preciado tesoro para quienes viven en grandes ciudades durante el resto del año.
Fuente La Nueva Provincia
